Fukushima: Lo que no nos cuentan del desastre japonés


En línea con la habitual desinformación sobre el tema del accidente nuclear de Fukushima, se está evitando informar de la real situación de la central japonesa. Para los que seguimos la información que se hace pública, vemos que el silencio impera.

A diferencia de Chernobil, donde los reactores guardaban combustible nuclear altamente purificado para pruebas militares nucleares (información no reconocida por Rusia pero tampoco desmentida), la central japonesa de Fukushima ha estado trabajando con combustible nuclear no concentrado, como le corresponde a las centrales nucleares creadas para producir energía eléctrica y sin fines militares. Lo que ha evitado las peligrosas explosiones radioactivas. Aunque según los últimos datos disponibles, las consecuencias empiezan a ser desastrosas y, sin explosiones, está contaminando tanto o más que Chernobil.

Lo primero a destacar es la información oficial entregado por el gobiernos japonés a la AIEA. Según este informe, la situación en Fukushima es mucho peor que la fusión del núcleo de los tres reactores (incluido el tercero de plutonio), algo que por otro lado ya está corroborado por instancias del gobierno. Se trata de lo que técnicamente se denomina como “Melt-throught”, que es la fuga o derrame del material fundido por la fisión (y que estaba contenido en la vasija de contención) hacia el contenedor exterior y finalmente el subsuelo. Si se está produciendo algo de estas características en los tres primeros reactores, nos encontramos ante el peor escenario que puede esperarse en un accidente nuclear de estas características, toda vez que se estaba intentando impedir con sistemas exteriores de refrigeración mediante agua de mar sobre los núcleos fundidos.

Hoy ya conocemos que la radiación se ha extendido cientos de kilómetros cuadrados hacia el noroeste, en los acuíferos subterráneos, a lo largo de la costa y a unos 150 Km mar adentro. También se ha encontrado cesio radiactivo en ballenas a 650 Km de Fukushima, lo que demostraría que está entrando la contaminación nuclear en la cadena trófica y a gran escala. Por otro lado, en un radio de 25 Km del complejo se encuentra cesio-137 sobre un suelo que emite a razón de 5 millones de becquereles por metro cuadrado. Y por si todo esto fuera poco, algunos expertos nucleares informan que si no se consigue reforzar adecuadamente el edificio número 4 y termina colapsando (donde se almacena la mayor parte del combustible gastado con un peso extraordinario), es conveniente salir de Tokio o lo más lejos posible y siempre en dirección contraria a los vientos.

Los cambios normativos sobre el nivel de radión máxima a la que pueden exponerse día a día los trabajadores van en aumento, porque sino sería imposible que hubiesen operarios en los alrededores de la planta de Fukushima. Oficialmente, el gobierno japonés califica la situación de “extremadamente severa”. Para un país que ha minorado de forma permanente de la situación real del desastre de Fukushima, una frase así puede expresar que la situación es totalmente crítica y que están a punto de perder el control. Si esto fuera cierto, entonces sería necesario realizar un encofrado masivo de la zona afectada.

Niveles del reactor 1 próximos a los niveles de Chernobyl

Los niveles de radiación en el reactor nº 1 alcanzaron el 12 de junio los 261 sieverts, muy próximo a los 300 que se produjeron en la zona del reactor en Chernobyl. Para hacernos una idea de estos niveles, una dosis de 6 sieverts es 100% letal para el organismo humano. Al mismo tiempo la presión en el interior del reactor ha caído hasta el nivel atmosférico, debido a las grietas en los sistemas de contención. Ambos factores estarían indicando que los esfuerzos por controlar la reacción no están dando los frutos deseados y que el proceso podría estar llegando al nivel crítico de volverse imposible de manejar. Al mismo tiempo que sucede todo esto, han sido evacuadas al mar 11.500 Tm. de agua que está sirviendo para refrigerar como sea posible la fisión de los núcleos fundidos y contiene elevados niveles de radiactividad. Y lo peor: aún queda muchísima agua que evacuar de los edificios de Fukushima, es decir, más contaminación radioactiva a futuro.

El magma de los reactores se filtra

Debido a la gran cantidad de calor que se genera en la reacción nuclear, si no se refrigera correctamente, sobre los 3000 grados centigrados empieza a reaccionar los cilindros de zircaloy (que contienen el material nuclear) con el uranio quedando todo en estado magma.

Y ahora, ese magma está escapando de la central de Fukushima a traves de las grietas que tiene la central. Esto lo confirma el informe que preparó Japón para la autoridad nuclear de la ONU el martes de la semana pasada en el que se informa que los núcleos fundidos de los reactores 1, 2 y 3 podrían haber atravesado las vasijas de los reactores.

Todo está peor de lo que nos cuentan

La Industria Japonesa sobre Seguridad Nacional ha informado que durante los seis primeros días escaparon unos 770.000 terabéqueles de radiactividad, muy por encima de los 370.000 inicialmente estimados.

TEPCO ha dicho también que los combustibles fundidos están siendo enfriados con agua en los fondos de los reactores 1, 2 y 3. Debido a las bajas temperaturas observadas en la parte exterior de los contenedores.

En el informe del gobierno japonés informa además a la IAEA que los núcleos de esos tres reactores estarían fundidos y que podrían haberse fundido además junto con las vasijas presurizadas de contención y las de acero más exteriores.

La información que se publica en algunos blogs independientes, y conspiranoicos claro, parece indicar que no sólo hay un gran bloqueo informativo sobre el accidente nuclear japonés, sino que además los procesos de fisión y emisiones radiactivas no están en absoluto controlados. Pongo video del 14 de junio de 2011 donde se muestran los escapes de lo que parece ser el reactor 1 (ver a partir del minuto 2)

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=k-EDceWFovc[/youtube]

Y ya empiezan a notarse los efectos de la radioactividad de Fukushima en Estados Unidos, en Vietnam.. es decir, sus efectos empiezan a ser globales.

Mientras tanto continúan los frenéticos esfuerzos para estabilizar los reactores y apagarlos finalmente entre octubre y enero. De momento ya se han vertido más de 100.000 Tm. de agua de mar en las instalaciones, sus sótanos y diques. Además se está trabajando en el desescombro para poder realizar trabajos críticos de restauración.

Lo que podría haber sido un ejemplo de claridad informativa, se está convirtiendo en un ejercicio de silencio y de silenciar a cualquiera que quiera publicar información contrastada sobre Fukushima. Eso hace que nadie pueda hacer una valoración correcta de la situación. Aunque lo poco que se hace público de forma oficial permite ver que la cosa está fatal.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *