Quiebra de España: Acercándonos al abismo con Portugal como nuestra última gran barrera


Al fin ha llegado el rescate de Irlanda. Esto convierte a Irlanda en el segundo país de la Zona Euro que ha sido rescatado. Es una economía también pequeña y, por tanto, rescatable facilmente; más aún si el Reino Unido se deja también unos cuantos euros para el rescate

Pero el principal problema del Euro sigue siendo España. Y nuestro querido país va caminando a paso firme hacia el abismo del default y, por ende, nuestra  quiebra se acerca dada día que pasa un poco más. Y nuestro querido ZP, que sigue en sus ensoñaciones. Paradojas de la vida, nuestro genial ZParo, el  adalid de la izquierda, no puede tolerar que se flexibilice el mercado de trabajo; pero sí puede aceptar que haya cinco millones de parados. Es más, ZParo prefiere que existan 5 millones de parados a flexibilizar el mercado laboral para disminuir el paro. Cosas de la vida, que están acelerando la quiebra de España, porque no podemos permitirnos pagar las pensiones ni mantener el Estado del Bienestar sin aportantes, aunque sea un Estado del Bienestar más reducido.

ZParo con los pies en la tierra

Ya estamos escuchando en los últimos días, por parte de los mentirosos habituales pagados con el dinero de nuestros impuestos a través de subvenciones millonarias, que España no es Irlanda ni Grecia (que duda cabe que una naranja no es una Pera). Y utilizarán una serie de mentiras que vamos a ir oyendo pero que vamos a demostrar su falsedad (el que sepa leer, que lea).

La primera gran mentira: “La quiebra de Irlanda demuestra, una vez más, el fracaso del modelo neoliberal de impuestos bajos para estimular el desarrollo“. El espectacular desarrollo de Irlanda gracias a los impuestos bajos sigue siendo tan irrefutable como fríos son los datos. Bajo cualquier estándar la burbuja inmobiliaria irlandesa y la hipertrofia de su sector financiero comenzaron en el siglo XXI, justo cuando el Banco Central Europeo comenzó a inflar artificialmente la oferta de crédito barato con su política de bajos tipos de interés. Hasta entonces Irlanda había experimentado, en parte gracias a ese clima de impuestos moderados, un impresionante crecimiento: su renta per capita entre 1989 y 2000 se multiplicó por dos en términos reales (desde 17.000 euros a 34.000), en comparación con una renqueante España que merced a sus progresistas altos impuestos y a sus rigidísimas regulaciones de los mercados sólo logró aumentarla en un 30% (desde 10.000 a 13.000).

La segunda gran mentira, reiterada todos los días por algún funcionario público español es que “España no es Grecia, ni Irlanda, ni Portugal“. En medio de este temporal nuestro Gobierno hace todo lo posible por mirar hacia otro lado como si todo esto no fuera con él. Su máxima, no somos ni Grecia, ni Irlanda. ¿Y esto es bueno? Pues depende, porque ninguno de los dos países citados tienen el grado de descontrol sobre sus cuentas públicas como el alcanzado por el nuestro. A día de hoy no sabemos el estado actual de los déficits de las Comunidades Autónomas de España, es decir, una vez deducida la Seguridad Social, no sabemos el alcance real de las cifras de la mitad del déficit público español. No hay absolutamente instancia alguna que supervise su gasto más allá de ellas mismas, y tampoco existe incentivo o requerimiento alguno que frene el derroche.

Portugal, la última gran barrera

LLevamos 2 semanas con el culebron de la crisis irlandesa, y vemos como poco a poco se ha ido contagiando Portugal a esta gripe del Euro. Ya ha tenido que reconocer Portugal que si las cosas siguen así tendran que rescatarla. Como siempre ocurre al comienzo de las crisis de los países de la Zona Euro, lo primero que dicen es que de rescates nada, que somos super-solventes. Pero poco a poco la verdad va aflorando y terminan siendo rescatados por la penalización del mercado a las mentiras infinitas que nos cuentan.

Si Portugal cae, los bancos españoles se verán afectados en algo más de 100 mil millones de euros, que sumados a los 650 mil millones que tienen los bancos de crédito al sector construcción va a significar que el 75% de nuestro PIB está comprometido en operaciones muy riesgosas. Lo peor, en este caso, es que con una caída del poco más del 20% del valor de los activos de los bancos que respaldan esos 650 mil millones de euros (que además los debemos al extranjero), nuestra banca perdería todo su capital y quebraría en masa. Sólo sobrevivirían 2 bancos y 1 caja a mi entender: Santander, BBVA y La Caixa. Pero estarían muy tocadas y es posible que terminen en una crisis de liquidez que comprometa su solvencia

Tanto la Comisión Europea como el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y hasta el propio gobierno de Mr. Obama han advertido al Gobierno español, es decir al señor ZP –los demás, incluso el señor Rubalcaba, sólo pintan en la medida en que él esté dispuesto a darles ceras para pintar–, por activa y por pasiva, en no pocas ocasiones con apremios para su cumplimiento y siempre con desasosiego ante la reiteración, acerca de la urgencia de las medidas de reforma que precisa la economía española.

Todos  son conscientes de que si Portugal cae, España va a ir detrás. Y entonces vamos a generar un roto a toda la zona euro, que puede incluso llegar a desaparecer.

Fecha de riesgo: Marzo – Abril de 2011

No sólo yo veo esta fecha como un peligro para la economía española, Alberto Recarte, uno de los economistas de mayor prestigio en España, también ve esta fecha como un posible punto de inflexión en la sobrevivencia española. La razón que esgrime Recarte es la siguiente: “a finales del primer trimestre de 2011, cuando se revisen las previsiones sobre el déficit público y se demuestre que no seremos capaces de alcanzar el objetivo sobre el PIB de un déficit público para el conjunto de las Administraciones Públicas del 9,3% España se desmoronará. Y llegado ese día, la realidad económica será mucho peor que la de hoy.

Que nadie piense que Europa nos esta achuchando con la reforma del Sistema de Pensiones porque va quebrar en 20 años. Sin las transferencias del presupuesto, la Seguridad Social habría entrado en negativo ya el año pasado. Y si este año va a terminar, al igual que el año anterior, con un balance positivo, es porque del presupuesto, es decir de los impuestos y no de las contribuciones, la Seguridad Social habrá recibido más de 10 mil millones de euros, aunque nos engañen con un supuesto superavit de cerca de 5 mil millones de euros.

El análisis de la economía actual española no destila nada más que pesimismo. Ojalá no fuera así, pero es que lo que tenemos en frente es de libro. Se necesitaría que nuestro Gobierno profundizara en las reformas que actualmente tiene o bien frenadas o bien olvidadas, dejarse de derechos  socialistoides de cortina de humo como la eutanasia y, sobre todo, tendría que empezar a ejercer un control directo sobre el gasto de las comunidades autónomas y ayuntamientos. Pero para esto último no tardaría en llegar algún ministro que recordara que ese control ya no es posible. Eso ya certificaría el desastre.

Yo creo que si Portugal logra salvar el año, y recien es intervenida el próximo, se pueden cumplir las previsiones de Alberto Recarte. Pero tengo que reconocer que me preocupa que Alberto Recarte y yo hayamos pecado de optimistas, y entonces será España la que le amargue las uvas al Euro.


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