España está, cada día que pasa, más cerca de la insolvencia. La falta de medidas del gobierno de España, gracias a la visión de nuestro visionario presidente ZP que prefiere aumentar el gasto público a tomar las medidas que nuestro país necesita. Aunque Rajoy no me guste como futuro presidente de España, tiene razón al advertirle a Jose Luis Rodriguez Zapatero que “ya no hay tiempo para perder el tiempo“. Como en el Titanic, nuestro presidente forma parte de los músicos que seguían tocando mientras nuestro país se hunde
Tampoco crean que Europa está en el buen camino. Han transformado la crisis económica griega en una crisis política que pone en entredicho al propio euro. La debacle de las bolsas y, lo que es más grave, el aumento de los intereses reclamados para colocar deuda española, podían haberse evitado con una reestructuración de la deuda griega, y con la voluntaria asunción de reformas de reducción del gasto público e incentivación de la economía de mercado. Se ha preferido intentar engañar a los inversores, acusar a los que prestan el dinero con el que funcionamos de todo tipo de barbaridades, y se ha considerado más oportuno un plan de ayuda. El resultado, al final, es lo que se quería evitar: el euro en mínimos y las necesidades de financiación más elevadas que nunca.
Las medidas que necesita España son ya conocidas por todos:
- Disminuir el gasto público del Estado, Autonomías y Ayuntamientos, de forma que el deficit se vaya cerrando
- Disminuir el número de personas que trabajan en la administración pública, lo que ayuda a disminuir el gasto público
- Bajar los costes laborales, para que la gente se dedique a crear valor con su trabajo y no sea sólo un consumidor de nuestro estado del bienestar
- Arreglar el sistema financiero español, que está prácticamente quebrado
Nos habíamos estado salvando por la costumbre de fuera que pensaban que España como un país seguro. Pero luego de ver y oir a ZP en el extranjero, gracias a la Presidencia Española de la Unión Europea, están asustados de verdad.
Los Riesgos de España
El problema español, a diferencia de los que nos hacen creer, no es un problema de deuda pública. La deuda pública del estado español, que al cerrar 2010 será de aproximadamente el 60% del PIB, es relativamente pequeña respecto a otros países de la Zona Euro; aunque esto no impida que sobrepasemos el 60% de deuda pública que nos impone el Tratado de Mastrich. El problema español es su nivel de endeudamiento a nivel país.
Me explico un poco más sobre lo que significa el endeudamiento a nivel país. El endeudamiento de un país es la suma de la deuda pública más la deuda de las familias más la deuda de las empresas no financieras más la deuda de las empresas financieras (bancos y cajas de ahorro). Así como cuando uno va a hipotecarse, el banco estudia que todos los ingresos de la pareja puedan cubrir sus cuotas hipotecarias, desde el extranjero analizan si lo que producimos todos los españoles es suficiente para pagar la deuda que tenemos. Para darse una idea general de la situación de un país y analizar la capacidad de pago lo más fácil es ver el endeudamiento del Estado respecto al PIB, debido a que la deuda global es más o menos 2,5 veces ese endeudamiento. Esto ocurre en economías sin grandes desequilibrios. Si este endeudamiento no es muy alto, entonces se entiende que el país es solvente. Pero en algunos casos, como le ocurre a España por los desequilibrios que ha ocultado el boom inmobiliario, los principales deudores son los particulares y empresas no financieras, lo que puede hacer que lo que se considera normalmente un estado solvente termine no siéndolo. Y este es el cambio de visión que han aplicado a España. Un Estado que quebrará con un endeudamiento estatal bajo.
El motivo del cambio es la interrelación entre la deuda privada (familias y empresas no financieras) con la deuda de los bancos y cajas y del Estado. Porque no hay que olvidar que el Estado es el garante final de los bancos y cajas, y si la solvencia del país cae, inmediatamente se refleja la caída de la solvencia de sus instituciones bancarias. El motivo es simple: si un banco quiebra, el Estado se hace responsable de devolver el dinero a sus ahorristas, por lo que la garantía de los ahorros de las familias y empresas no financieras está directamente vinculada a la capacidad del Estado para endeudarse y poder pagar el monto garantizado de ahorros. Lo que hemos visto con la Caja Castilla la Mancha, vamos.
Si quieren más información siempre pueden revisar mi artículo «Quiebra de España y Crisis Económica: Lo que miran los mercados».
El euro es la causa principal de nuestro debacle: no estabamos preparados para una moneda tan fuerte. Respecto al Tratado de Maastricht, recordar que se creaba la posibilidad de una moneda única en la que entrarían los países virtuosos de europa. Talleyrand decía que las leyes pueden violarse, porque no chillan. Y hemos relajado los criterios del tratado, no cambiando las leyes sino relajando moralmente sus limitaciones -de forma interpretativa-, lo cual ha generado en toda Europa, no sólo en España, un riesgo moral que ha permitido mantener las excesivas locuras de un Estado del Bienestar pagado integramente por deuda o por el boom inmobiliario.
España no es un país particularmente virtuoso y la gente ha olvidado que el riesgo moral es algo importante, por lo que ahora pagamos, y toda Europa en general, las consecuencias de nuestros desequilibrios y de las decisiones tomadas en base a ese riesgo moral que permitía aumentar el Estado del Bienestar a base de deficit.
El otro riesgo que ven los inversores, que no se expresa en ninguna estadística, son los avales que ha dado el Estado español a la banca. La crisis de 2008 se resolvió impidiendo que los bancos quebraran porque ofrecían un riesgo llamado “sistémico”. Lo asumieron los Estados en forma de deuda y avales, además del dinero público que inyectaron en la economía a través del BCE y de planes de estímulo –gasto– que incrementaron la deuda pública. Los riesgos privados, contenibles, se han terminado transformando en riesgos públicos, incontenibles. Esta quiebra se camufla, más decisiones basadas en riesgos morales: la mentira permanente sobre la realidad, permitiendo a los bancos, fondos de pensiones y compañías de seguros para cocinar sus libros. Sólo pueden equilibrar sus libros a través de la trampa de exagerar la valor de sus activos y subestimar el valor de sus pasivos. El gobierno y la profesión contable lo saben y son cómplices. Y esto hace que durante muchos meses nos hayamos sentido seguros. Y que muchos no entiendan por qué desde el extranjero nos ven tan mal.
Y si quiebra formalmente parte del sistema financiero español, porque en la práctica ya están quebrados, dichos avales pasarían a ser deuda pública inmediatamente; además de lo que se tendría que endeudar el estado para reorganizar o liquidar las instituciones quebradas. ¿Cuánto es esto en dinero? En avales, entiendo que cerca de 100mil millones de euros (un 10% más de deuda), y por la quiebra tranquilamente nos vamos entre un 5%-20% más.
Aunque pueda sonar repetitivo, creo que es importante mencionarlo. El mundo vive en una ilusión, y nuestro presidente, bobo solemne como le dicen algunos, es el primero. Se han utilizado las grandes ideas, panaceas, keynesianas para intentar solucionar la crisis con la esperanza de que los sectores públicos y los sectores privados financiados por el gobierno a través de ayudas públicas ayudaran a reducir la recesión. Y la otra brillante solución aportada por europa ha sido inflar la oferta monetaria para resolver la crisis. Ninguna de las 2 recetas funcionarán.
El mencionado primer remedio keynesiano producirá un error por sustitución de deuda privada con una deuda pública que implica saltar de la sartén al fuego. Una solución verdadera debe reducir la deuda total.
El segundo mencionado remedio keynesiano no podrá inducir a la inflación previsto porque el nuevo dinero creado no irá a donde quisieran (la FED y el BCE) que vaya: a las materias primas, bienes raíces y los mercados de valores -léase crear inflación. En su lugar, ese nuevo dinero se dirige rápidamente al mercado de bonos para facilitar la especulación de bonos: los préstamos a corto y prestar a largo plazo, poniendo una presión a la baja en la curva de rendimientos. Alternativamente, se utilizará para amortizar la deuda privada. En cualquiera de los casos, el resultado será de deflación, no inflación.
Las consecuencias de las medidas Keynesianas en España son una ya conocida y otra por venir Uno: el desempleo se disparará, ya estamos oficialmente en más de 4,6 millones de desempleados, cuando la cifra real ya supera los 5 millones como comentaba en mi artículo sobre el último dato de la EPA. Dos: Lo que aún no sucede pero cada día está más cercano, y por eso la necesidad de ZP de invitar a Rajoy a La Moncloa para intentar evitar el desastre, es la auto-destrucción del sistema financiero, lo que ocasionará en un incendio espectacular de nuestra economía.
¿Por qué Julio?
Julio va a ser un mes particularmente duro para España. A fecha de hoy, 6 de mayo de 2010, el interés de la deuda a 10 años española ya superan los 140 puntos básicos respecto a la Alemana; y contratar un seguro de impagos de deuda ya cuestan más de 250 puntos; y ambos seguirán aumentando hasta julio. Así como el dead-line griego es el 19 de mayo, el mes de julio es el primer dead-line español respecto a la emisión de deuda.
En Julio, el Estado español tendrá que colocar una deuda de 25mil millones de euros, además del resto de deuda con aval del estado y deuda privada que se realizará ese mes, lo que puede llevar a que se tengan que colocar más de 60mil millones de deuda, que competirán con la deuda alemana y francesa. Si las agencias de calificación rebajaran más la calidad de la deuda del gobierno de España, es posible que la crisis termine por hundir totalmente a España: país demasiado grande para ser rescatado.
No crean ustedes que esto es un pronóstico mio totalmente catastrofista. Ya a medidados de mayo, un grupo del FMI viene a investigar las cuentas españolas: hay miedo en Washington de que pueda quebrar España. La Unión Europea también empezará este mes a revisar las cuentas españolas, porque a este paso España se carga el euro y lleva al mundo a una segunda ronda de crisis financiera a nivel mundial.
Aprietense los cinturones, que hasta julio la economía española pasará por muchas turbulencias, y sin garantía de sobrevivir.