Obamageddon y el Zapaclismo: Presidencia platenaria de Obama y Zapatero


Hay llegado el momento esperado por todos, el acontecimiento cósmico-planetario anunciado en las profecias: dos presidentes progresistas a ambos lados del atlántico: Obama (EEUU) y Zapatero (EU).

Es curioso que este momento especial en el Universo ocurra justo cuando el progresismo -la ideología que se ha adueñado de parte de la izquierda española, tragándose a la socialdemocracia y vende, entre el oscurantismo y las proclamas sublimes, el advenimiento de la paz perpetua- (GEES dixit) está en sus horas más bajas.

De Obama, qué puedo decir. Comenzó el año con casi un setenta de aceptación y termina por debajo del cincuenta por ciento. Las razones: indecisión sobre Afganistán, nulidad en mostrar una sola cifra de recuperación económica, y empeño en financiar públicamente la sanidad sobre una marea de deuda, con modos y maneras impopulares. Lo peor es que con la Sanidad, empieza a poner a los Estados Unidos a nivel mundial de acuerdo a “criterios progresistas“, a costa de sacrificar los avances en cuanto a medicina y llevar a la quiebra al gobierno federal con su Obamacare. En cuanto a Irán, fracaso absoluto. Un auténtico momento histórico en el que, como en sus buenos tiempos en el Senado, ha decidido ser neutral. A lo que hay que añadir: el atentado de Fort Hood –primer ataque terrorista en suelo americano desde el 11S– y la absurda, banal, plana y burocrática reacción –¿”extremista aislado”?– al intento de volar un avión el día de Navidad. Finalmente, Guantánamo -la prisión contra la que lloran todos los progresistas- sigue abierto, y Bagram, también.

Hablar de Zapatero, creo que resume perfectamente la desintegración de Europa como faro del mundo. La forma especialmente deplorable de la entrada en vigor como sea de su constitución light o Tratado de Lisboa y las dudas que ocasiona. ¿No se supone que los estados (y la Unión Europea) deben ahorrar? Pues toma, ahora ya tenemos 2 presidentes! Y claro, las dudas surgen: ¿Qué agenda prevalece? ¿A qué viene gastarse millones en mobiliario para el evento, de exclusivo interés publicitario para el Zapaclismo? Y, por fin, ¿a qué políticas se va a dedicar? ¿A relanzar la economía? Porque Zapatero tiene algunas conferencias dignas de un cum laude: Cómo multiplicar por dos el número de parados en apenas un año ó quizá se anime a ilustrarnos con Cómo fomentar medidas –léase subvenciones– para evitar el llamado cambio climático por el CO2 financiando a las centrales de energía con carbón. Quizá su ministro de exteriores pueda explicar la visión para Europa de Cómo desvincular las relaciones con la dictadura castrista de la evolución de los derechos humanos en Cuba.

La gente empieza a poner en duda de que los Estados no quiebran, luego de salir a rescatar con cantidades realmente alucinantes y abominables de dinero a los bancos con el pretexto de «demasiados grandes para caer». Mientras, Honduras ha demostrado que se puede pacíficamente combatir al Chavismo en Latinoamérica. Sólo hace falta determinación, sentido común y cumplir la Ley para conseguirlo. Las amenazas islamistas contra occidente se mantienen: Al Qaeda secuestra cooperantes europeos en el Africa, intenta hacer explotar nuevamente un avión en los Estados Unidos, etc. El progresismo nos está demostrando que es pura publicidad sin poder real, salvo contra los débiles y el castillo de naipes de la paz mundial, de no enfrentar a quienes intentan matarnos por nuestras libertades, empieza a desmoronarse.

Después de ésto, ¿qué puedo decir? Sin duda alguna, este evento cósmico-planetario parece que nos va a brindar las suficientes carcajadas para pasar un ameno primer semestre. Entre proclamas solemnes del tipo “La tierra no es de nadie, sino que es del viento” en clave Europea que se pronunciaran durante el Zapaclismo y el Obamageddon que en su intento por parecerse a Lincoln, terminará pareciéndose a Gorbachov: terminará hundiendo su propio sistema en su intento por salvarlo.

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