Termina la Cumbre de Copenhage casi sin acuerdos


Como era de esperar, la 15 Conferencia sobre el Cambio Climático, también conocida como Cumbre de Copenhague 2009, ha terminado siendo un rotundo fracaso para aquellos que esperaban coartar nuestra libertad con el pretexto del Cambio Climático.

Ni siquiera el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha salido bien parado de la Cumbre. Greenpeace le ha acusado de haberle hecho caso a Sarah Palin y haber boicoteado la cumbre. Es que, el artículo de opinión de la ex-gobernadora de Alaska en el Washington Post ha sido, como suelen ser sus artículos, muy claros y ha pedido que no se deje engañar por lo calentólogos del Climagate

Diluvios y huracanes, calores y fríos, hielos que se derriten y mares que tragan la tierra, desastres que parecen sacados del mismísimo apocalipsis bíblico, reaparece en las soflamas de los posmodernos profetas del apocalipsis climático. Y que quede claro que nada tengo en contra de que la gente se reúna, viaje y disfrute de la ciudad danesa, que mucho tiene que ofrecer en esa materia, pero hacerlo para tratar el calentamiento del mundo que habitamos, es como quejarse de lo mal que marcha el negocio, cuando se reparten cuantiosos beneficios. Porque tienen que realizar grandes dispendios, y hoteles de lujo y publicidad multimedia para atraer a los medios. Y hacer ésto en épocas de crisis, en reuniones que a nada conducen, me parece que es un insulto a la razón y un ultraje a la prudencia.

Por supuesto que para estos nuevos guerreros de traje y corbata, estos combatientes que quieren salvar al mundo del apocalipsis climático que se nos viene encima, la culpa del fracaso nos la han achacado a los que somos negacionistas de la teoría del cambio climático antropogénico.  Estos estúpidos y malvados negacionistas (yo me incluyo como uno más) que por ignorancia e inconfesables intereses se oponen a las medidas indispensables para detener el destructivo proceso con el que sueñan los buenos y nobles ecologistas. Pero cuando el Climagate salió a la luz, la primera reacción de los ecologistas fue: “Ustedes no entienden“, intentando ocultar que estaban sus vergüenzas al aire. Pero claro que lo entendíamos. Sufríamos en nuestras propias carnes lo que se destapó: evitar a toda costa que expresáramos claramente nuestras dudas y pusiéramos en duda sus resultados sin haber podido tener acceso a sus datos base.

Si alguien quiere perder el tiempo conociendo la información de Naciones Unidas sobre estas cosas, les dejo el siguiente vínculo: http://unfccc.int/portal_espanol/items/3093.php

El discurso de Zapatero en la Cumbre

Nuestro querido presidente ZP no ha querido perderse la cita mundial en la que mejor encajaba: La XV Cumbre del Cambio Climático en Copenhague. Allí, todo el mundo ha podido escuchar sus grandilocuentes discursos, de palabras bonitas, pero sin contenido. José Luis Rodríguez Zapatero ha dicho en Copenhague que «La Tierra no pertenece a nadie, sólo al viento». Como siempre, los izquierdistas nos demuestran que son como unas drag-queens, cambian su aspecto según el momento, pero, como dicen, la cabra siempre tira al monte. Pervierten climáticamente la clásica teoría marxista de “La tierra es para el que la trabaja” por “la tierra no es de nadie”. Pero no nos olvidemos que el objetivo último de la izquierda es luchar contra las libertades y la asociación económica que surge de forma espontánea en un régimen de libertades: el capitalismo. Si hay que travestirse para luchar contra las libertades convirtiéndose en un calentólogo, pues se hace. Así de simple y así de claro.

Evidentemente, todos los proges de España (en peruano serían ayayeros) han salido a decir lo poético que es nuestro presidente, lo sensible que es, etc.,  etc. Aunque para efectos prácticos de sus palabras, nada como la viñeta que le han dedicado en el ABC, que les muestro:

Sería bueno que alejaran de una vez la parte científica del Cambio Climático de la parte política. Necesitamos datos exactos y verificables, experimentos perfectamente detallados y todos los resultados obtenidos. Necesitamos que cualquiera pueda reproducir esos ensayos y comprobar la validez de lo que nos dicen. Necesitamos, que por una vez, los ecologistas sean sinceros, claros y transparentes.


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