Elecciones de Estados Unidos y el poder de “We the people”


Una vez más, el pueblo de los Estados Unidos de América nos ha demostrado al mundo su asombrosa capacidad de cambio para defender las libertades. No hay duda que el presidente Obama es un gran orador. Pero su programa de gobierno siempre estuvo pegado a la social-democracia europea y no al concepto de libertad propia de los Estados Unidos que es tan mal entendida por la mentalidad europea. Y el pueblo de los Estados Unidos le ha dado la espalda a Obama y pide un cambio.

La megalomanía izquierdista de liquidar el modelo político y económico del país no ha beneficiado en nada a unos ciudadanos cuyas perspectivas sólo han ido decayendo en medio de un persistente desempleo y de una marabunta de deuda. Pero no sólo votan en contra por la situación actual. Su mayor preocupación es el futuro de los hijos de Estados Unidos. Los padres actuales, no soportan la idea de que sus hijos sean más pobres en el futuro debido a las políticas socialistoides que ha intentado poner Obama en los EEUU.

Pongo en el título «We the people» porque esta frase, con la que empieza el preámbulo de la constitución de EEUU, explica claramente que el pueblo de los Estados Unidos han rechazado totalmente las políticas socialdemócratas y las gilipolleces del cambio climático y otras memeces izquierdistas como el aumento del tamaño del Estado y aumentos impresionantes del gasto público.

Que la victoria es histórica resulta incuestionable, porque desde 1932 ningún partido había ganado tantos escaños en la Cámara de Representantes. La famosa revolución conservadora de 1994, con 52 asientos ganados en dicha Cámara, se ha quedado pequeña con lo ocurrido este 2010. Lo acontecido este martes confirma el repudio a las políticas de la Casa Blanca y al stablishment político de Washington. Es posible que estemos ante el principio de un proceso de cara a las elecciones presidenciales de 2012.

El Tea Party

Que duda cabe que el gran protagonista de estas elecciones ha sido el movimiento ciudadano Tea Party. Este movimiento ha sido demonizado por los demócratas y es curioso que en España causen verdadera alarma social en la izquierda. Su desconocimiento de las historia de los Estados Unidos y su particular sistema de contrapesos para limitar el poder del Estado sobre las personas hacen que este movimiento sea un gran incomprendido.

Tengo que reconocer que para los propios Republicanos, ha debido ser duro poder integrar dentro de su filas al Tea Party. Pero una vez más queda establecido que cualquier movimiento ciudadano puede integrarse perfectamente en los partidos políticos estadounidenses, moldeándolos según las convicciones y deseos de sus integrantes. Porque a través de sus movimientos de base, como el Tea Party Express, o el Tea Party Nation, esta red de organizaciones dio su apoyo expreso a los candidatos que coincidían con sus ideas, pero también plantó cara a los republicanos que no comulgaban con ellas.

Muy distinto a nuestra querida España, donde son los políticos quienes amoldan los partidos a su conveniencia, distanciándose de su electorado. Y donde les acojona sobremanera que las personas que apoyan “al partido” puedan tener iniciativa propia y romper la resistencia de las cúpulas del partido.

El Tea Party irrumpió con fuerza en las elecciones de este año con sus fuertes críticas hacia lo que consideran un despilfarro del Gobierno de Barack Obama, y a la intervención gubernamental en sectores como la economía y la sanidad. Los simpatizantes de este movimiento tienen como elementos comunes su defensa de los recortes de impuestos, la poca intervención estatal y la austeridad en el gasto, y rechazan la política del Gobierno de Barack Obama pero no dudan en ser críticos también con las políticas que consideran desarrolló contra la libertad el anterior presidente de los Estados Unidos  George W. Bush.

El movimiento conservador Tea Party logró hoy abrirse paso en el Congreso de EEUU con la elección de sus candidatos estrellas y consolidarse como una influencia a tener en cuenta en las elecciones presidenciales del 2012. En EEUU, donde sus representantes legislativos no son elegidos por los partidos sino por sus ciudadanos, es algo a tener muy en cuenta. Porque va a obligar tanto a Republicanos como a Demócratas a encausar ese sentimiento que trae consigo el Tea Party.


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