Desde hace algún tiempo muchas de las empresas dedicadas a los chocolates han mostrado su preocupación por la posible escasez de chocolate para el 2020. Incluso este año, con las buenas perspectivas que han existido para el cultivo del cacao, el precio a subido debido a la posibilidad del fenómeno del niño en Sudamérica y al ébola en el África, continente donde se cosecha el 70% del cacao mundial. Esto no significa que tengamos que arramblar con todo el chocolate que podamos para no quedarnos sin él cuando desaparezca de las tiendas en 2020. Significa solamente que la demanda superará a la oferta, limitada por las cosechas de cacao, llevando a un aumento de precios. El análisis de los chocolateros se basa en el incremento de la demanda, especialmente desde China. Sin embargo, hay quien quiere ir más allá y utilizar este problema para hacer avanzar su propia agenda (COP 20, año 2020 escasez de chocolate.. creo que lo vamos entendiendo).
El Global Post, conocido por ser la empresa donde trabajaba el fotógrafo James Foley, decapitado este año por el Estado Islámico, ha publicado un artículo donde se asegura que la escasez también tiene mucho que ver con el cambio climático. Según Sara Yasin, la periodista que firma el bulo chocolatero, en Ghana y la Costa de Marfil las temperaturas subirán 2 grados centígrados y eso significa que se evaporará más agua y dejará menos para el árbol del cacao. Yasin considera que quizá así hagamos algo contra el calentamiento global. Ahora resulta, que si no hacemos algo contra el cambio climático, ¡ya no tendremos ferrero rocher en el invierno!
Las conclusiones de esta calentóloga hace agua por todos lados. Llega a esa conclusión, esta periodista tan lista, debido a que ha leido (menos mal que aún lee) un estudio del 2011 que se basa en modelos climáticos cuya fiabilidad es más que dudosa, como hemos visto con la actual pausa, que ninguno fue capaz de predecir. Estudio, donde los propios científicos reconocían que aunque esto fueran malas noticias para los agricultores de Ghana y Costa de Marfil, el mismo cambio en las condiciones climáticas que les perjudicaría a ellos permitiría cultivar el cacao en otras regiones. Esta parte del estudio parece no haberla leído la calentóloga, no se le vaya a enfriar el chocolate con churros. Y claro, como se acerca el COP20 alguna chorrada políticamente correcta hay que decir, para mostrar que se está de acuerdo con el calentamiento global o cambio climático.
Asi que, a los lectores de este tipo de noticias poco dulces, sólo puedo recomentarles tranquilidad: quizá haya que pagar más por el chocolate dentro de unos años, pero no parece que el cambio climático vaya a tener mucho que ver y, sobre todo, ¡ el chocolate no se va a acabar y todos los inviernos disfrutaremos de nuestros Ferrero Rocher y del delicioso Kinder Bueno !