El segundo peor presidente español (el primero fue Zapatero) sigue en su eterna locura de intentar sobrevivir sin pedir un rescate, o sobrevivir siendo un rescatado. Pero finalmente busca sobrevivir de esa forma que sólo él entiende, aun a riesgo de hundir a España entera. Cada elección le obliga, para poder sobrevivir, a evitar hacer reformas. Pero como en España las elecciones son continuas, resulta que al final nunca reforma nada y todo termina podrido y cayéndose a pedazos, sin que nuestro presidente haga algo.

El Reino de España, con una deuda que sobrepasa el 130% de su PIB, está abocada al colapso total y absoluto de su economía. Pero no porque no tenga una parte de su economía a niveles europeos. El problema es que las parasitarias administraciones públicas se han llenado de enchufados y de “derechos”, que hacen que da igual lo que se recaude, siempre estarán en déficit.

Además, los alemanes han aprendido con Grecia que hay que desconfiar de los países del sur de Europa. Y hay que reconocer que a Merkel la jugada con España le ha salido fenomenal: Ha reducido el problema de los 700 mil millones de deuda de la banca alemana a la española en 200 mil millones de deuda con la banca alemana y el 18,5% de los 370 mil que tiene de deuda España con el BCE (otros 69 mil millones de euros en riesgo). Y el riesgo alemán sigue bajando..

Esto hace que las amenazas de Rajoy contra Alemania suenen a chiste, para quienes conocen como se mueven las cosas en Europa. Durante la última Cumbre Europea, Alemania ha decidido cumplir “al pie de la letra” el último acuerdo europeo que permite la recapitalización directa de la banca de un país. Pero esa literalidad, implica que a España no le toca ni un cuarto!! Claro, Rajoy pensó que gracias a ese acuerdo podrían retorcerlo legalmente para incluir a España, pero ya salió su querida Angela a decirle “nein”, que a ti Mariano te dan la misma credibilidad que a Zapatero, así que no esperes dinero alemán.

Gracias a la intervención de Draghi, hubo una oportunidad decente para España. La necesidad hace que uno tenga aliados extraños. Pero Rajoy mandó a la mierda todo con tal de no perder las elecciones en Galicia y no salir tan mal en el País Vasco. Así que ahora Merkel le ha dicho, a través de Draghi, las nuevas condiciones (con un precio elevadísimo para España), por lo que a Rajoy se le ha erizado la barba y está el pobre que no sabe que hacer. O mejor dicho, ahora empieza a mirar con ojos dulces a la francesa Christine Lagarde del FMI, que ella también tiene unos millones interesantes que prestar a España. Y las condiciones son menos duras que las de Alemania.

No quiero ni pensar cuales serán las condiciones alemanas, aún no se han hecho del todo públicas en Europa y en España no esperen ni que se mencionen porque la prensa no choca con “el presi”, pero las durísimas condiciones del FMI se saben por su experiencia histórica:

• bajar pensiones
• bajar prestaciones por desempleo
• bajar salarios públicos
• bajar número de empleados públicos
• un largo etc

Algunas medidas son sin duda imprescindibles para liberar recursos públicos, como reducir el número de funcionarios públicos, o son la consecuencia normal de la crisis: si no se recauda lo suficiente para subir las pensiones, y las pensiones se pagan con la recaudación, lo que no puede pretender el subnormal de Rajoy es aumentarlas porque “queda bonito” políticamente aunque lleven a España a la ruina. Otras, son francamente dolorosas e injustas. Pero, por la experiencia, sabe el FMI que no queda mas que justos paguen por pecadores para poder arreglar la situación.

Lo que parecía imposible ya no lo es. El Gobierno de España ya no puede devolver su deuda, la quita es inevitable y recaerá sobre la banca en buena parte, así que la solvencia de estos señores está mas que en el alero con re-re-re-re-capitalización incluida. Será necesario otro rescate, el quinto, pero esta vez convirtiendo el dinero que nos den en participaciones accionariales, y ya veremos con qué cara y con qué poder decimos NO al BCE y a Alemania. Claro que la banca estará mejor en manos de ellos que de los golfos que tenemos ahora. Obviamente, los accionistas verán diluidas sus participaciones y perderán hasta la camisa, igual que los de las preferentes.