Me ha sorprendido muchísimo leer en el periódico El País de España el comentario del escritor peruano Iván Thays quejándose de la comida peruana. Bajo el pretexto de hacer una crítica literaria a la cuarta novela del escritor peruano Gustavo Rodríguez llamada «Cocinero en su tinta» en su artículo llamado “Con la tinta húmeda” escrito el 1 de febrero, este escritor empieza “..una pataleta, porque soy de esos pocos peruanos que detestan la burbuja de aire que llaman el boom de la gastronomía peruana y que no consideran que nuestra comida es la mejor de Latinoamérica y quizá -para no caer en falsas modestias- del Mundo“. Eso sí, aprovecha su artículo para decirnos que tipo de comida le gusta, entre quejas contra la comida peruana “Mis restaurantes favoritos son de los de pasta y creo, honestamente, que la comida peruana es indigesta y poco saludable“.
Al parecer, este escritor se nos ha alienado un poco en España. Reconoce que es un pésimo anfitrión (¿será por tus gustos culinarios Iván?) “no conozco restaurantes, huariques ni chiringuitos donde preparan el mejor cebiche o el ají de gallina con la receta de la abuela (mi abuela, por cierto, no cocinaba). ” dice Thays en su artículo. Puede que mi abuela tampoco cocinara pero sabía perfectamente llevarme a los mejores huariques, incluyendo los del Centro de Lima. Y ya tienes edad para ser mejor anfitrión Iván.
A mi me parece genial que el señor Iván Thays tenga unos gustos culinarios distintos y que prefiera quiza un plato de fideua, pero lo que me parece indignante son sus comentarios sobre los postres peruanos o sobre la Inca Kola: “No pretendo obligar a ningún turista a beber Inka Kola (“la bebida del sabor nacional” en un país donde el concepto “nación” es una incógnita), ni a deglutir los dulces más empalagosos que he comido jamás (bajo nombres estrafalarios como Supiro Limeño)”. Es una pena Iván que no te gusten los suspiros a la limeña, pero sé bueno y deja de desear que el resto del mundo no disfrutemos del placer de comer un riquísimo suspiro.
Además, este individuo habla de “obligar” ¿Obligar? ¿Pero es que estás loco Iván? A mi me encanta la libertad, que quieres que te diga, y odio que me obliguen a algo, pero cuando he viajado por distintos países del mundo siempre he querido probar la gastronomía local y saber un poco de sus costumbres. Probar la Inca Kola en Perú para un turista me parece tan normal como ir a Tokio y probar los distintos tipos de té que te venden en esas máquinas expendedoras que están en plena calle o aprovechar un viaje a Colombia y probar la riquisima Postobón. Sin obligar, claro.
Dicen que quien tiene el pito pequeño es el más preocupado por el tamaño del pito. Y el escritor Iván Thays parece muy preocupado por el éxito de la comida peruana en el mundo: “Cada vez que alguien habla de la fama de la comida peruana en el mundo, pienso en las carencias de un país necesitado del reconocimiento extranjero para sentir respeto por sí mismo. Me imagino que el día en que en una película de Woody Allen, en vez de pedir comida china pidan comida peruana de un delivery de Manhattan, por fin podremos sentirnos parte de un país con marca registrada” señala este tipo. Tengo que recordarte Iván que no sólo Gastón Acurio habla sobre la comida peruana. Sobre críticas a la comida peruana, prefiero escuchar a los mejores cocineros del mundo (si si, del mundo mundial), como al español Ferrá Adrià que no deja de decir piropos a la comida peruana, que reconoce que tiene curiosidad por conocerla aún más. Y como deberías saber y al menos sentirte orgulloso, aunque a ti no te guste la comida peruana, no es el único gran cocinero mundial que si la adora. El español, ya que escribes desde España Iván, Andoni Luis Aduriz, chef del que se considera uno de los cinco mejores restaurantes del mundo llamado Mugaritz, vino a Perú a grabar documental. Estuvo en Lima casi de incógnito y junto con el músico Felipe Ugarte y el equipo de Juantxo Sardón (Pixel), llegó al Perú para filmar imágenes para “Mugaritz BSO”, documental que busca trasladar la experiencia gastronómica al campo musical. “Mugaritz BSO” (iniciales de Banda Sonora Original) conecta con el Perú a través de las piedras comestibles, un plato que Aduriz ofrece desde hace seis años en su restaurante y que creó luego de visitar el Perú en el 2005 inspirado en las papas peruanas y en el chuño. Quizá tenga sentido que escribas de literatura estimado Iván, que al fin y al cabo parece ser lo tuyo, pero tus opiniones sobre la comida peruana parecen de otro universo.
Al menos tenemos claro tu opinión sobre la comida peruana Iván: “Casi sin excepción se trata de un petardo de carbohidratos al cubo, una mezcla inexplicable de ingredientes“. Eso si, al menos tienes la caballerosidad de reconocer que los insumos son ricos y de primerísima calidad. Suerte que tus queridas pastas no son otro petardo de carbohidratos Iván.
Y sobre el pisco también nos deja su perla: “menos aún hago proselitismo a favor del pisco peruano en contra del pisco chileno” nos viene a contar Iván. Parece que el pisco tampoco te gusta Iván Thays. Me imagino que debido a la alienación que pareces haber sufrido en España, preferiras un buen patxarán o un buen orujo antes que un pisco. Claro, el pisco sour te parecerá otra bebida inmunda. ¡De locos!
Ahora entiendo por que escribes en El País estimado Iván: la socialdemocracia española te tiene inundado hasta la médula y hablas con la misma fe ciega de cualquier artista de la ceja español. Y hablas de que te obligan a tomar Inca Kola en Perú y como a ti no te gusta le das ese tono peyorativo y calificas de “obligación” lo que es sólo una atención hacia los turistas que llegan al Perú; y sobre la comida peruana que no te gusta, aunque sea profundamente admirada por los mejores cocineros del mundo, expandes tu odio escribiendo cosas como que “cualquier nutricionista calificado debería prohibir“. Prohibir, prohibir, prohibir y obligar..¡ vaya ataque! Me recuerdas al nieto de un judio, cuyo nombre no voy a mencionar, al que tampoco le gustaba ese rasgo que venía de familia y se encargo de organizar la mayor matanza de judios y llevó al mundo a la segunda guerra mundial.
En fin Iván Thays, creo que te ha quedado claro que tu artículo me indignado. No porque escribas mal de la comida peruana, es algo que puedes hacer perfectamente y que, si no te gusta, no tienes porque mentir y decir que te gusta. Pero esa forma de menospreciar lo que a ti no te gusta, sólo por que a ti no te guste aunque le guste al resto de la gente, no respetar diversos gustos y esos aires tan despectivos, es realmente lo que me ha indignado. Está claro que al hablar de comida peruana sólo destilas odio. Incluso más odio que el de Mafalda por la sopa, que ya es decir. ¿Es que en casa de pequeño te daban de postre suspiros a la limeña obligándote Iván? Porque el odio de Mafalda por la sopa se sabe que es de las continuas peleas con sus padres al intentar que se la tomase. Pero aún no se Iván Thays de donde viene tu odio tan furibundo hacia la comida peruana. Y tampoco me interesa saberlo, la verdad.