La ni-ni indignación sigue en la Puerta del Sol: Los ni-ni eso de cumplir la ley nada de nada #acampadasol #spanishrevolution


En España, ese país que algunos dicen que es el culo de Europa y otros el norte de Afrcia, EA4 nos define el FMI, o un país de los PIGS o PIIGS, eso de cumplir la Ley es para los de la derecha extrema.  Nuestros queridos ni-ni indignados siguen haciendo el botellón en el kilómetro cero de Madrid, en la Puerta del Sol, en busca de la arena de playa debajo de los adoquines de sus aceras para relajarse y reflexionar antes de votar.

Qué bonito es ver al presidente del Gobierno y a sus ministros socialistas subirse al coche oficial de “la mani” permitiendo que se incumpla la Ley, esa que ellos juraron que defendería, o asumieron el compromiso de defenderlas que el acto de jurar les podía dar urticaria a más de uno. Porque tienen Consejo de Ministros, que si no serían los primeros en buscar la arena de la playa debajo de los adoquines de la Puerta del Sol. Porque aunque muchos piensen que es imposible hacer oposición siendo gobierno o ser un antisistema formando parte del sistema “Spain is different” y aqui tenemos nuestra particular #spanishrevolution

Por eso Zapatero y su troupe se confiesan encandilados con esta chiquillería y su ni-ni indignación que, sin saberlo, les aplaude. Los que todavía se concentran en las calles no quieren que Zapatero rectifique sino que avance mucho más en la línea que llevó a España a la bancarrota del año pasado: cuando hasta Obama y el presidente chino tuvieron que llamar a su colega de izquierda Jose Luis para que no se cargue toda Europa; y eso es algo que la vanidad estratosférica de un personaje tan mediocre y con tantos miedos como el todavía presidente del Gobierno integra como un halago, por otra parte absolutamente merecido. Son tal para cual, como supo desde el principio el gran Rubalcaba, un político que va siempre varios cuerpos por delante de la manada.

El orden espontáneo que brota en el seno de una sociedad es aquella que tiene como fundamento organizativo y autorregulador de la vida en comunidad consecuencia de nuestra libertad, superando en bondad y eficiencia a cualquier intento de intervención pública que distorsiona las preferencias y anula la libertad. Ese orden espontáneo nada tiene que ver con la publicitada espontaneidad de las concentraciones: Puerta del Sol en Madrid, Plaza del Ayuntamiento en Valencia, Plaza de Catalunya en Barcelona y así en otras ciudades. La espontaneidad nunca es puntualmente coincidente. Me queda totalmente claro que esto de la Puerta del Sol es un evento audiovisualmente programado por una izquierda (da igual que sean de IU o PSOE u otros grupusculos) que, que duda cabe, son geniales en la manpilación audiovisual.

Los reunidos, los acompañantes de los ni-ni indignados son de condiciones varias, un grupo de personas totalmente heterogéneo. Desde los que están desesperados porque en un país destrozado económicamente no encuentran trabajo ni solución a sus problemas, por mucho que se han afanado en buscarlos, hasta los que fingen una desesperación porque, frente a los anteriores, nunca intentaron buscar soluciones ni resolver sus problemas, esperando que la benevolencia del Estado proporcionara satisfacción a sus anheladas aspiraciones, lo que se conoce como “vivir de la teta del Estado”. Los hay de buena fe que se unen a lo que consideran una causa justa y a eso le llaman solidaridad; otros, simples observadores, se ven comprometidos con la causa porque estiman bondad e ingenuidad en algunos; en fin, los hay para todos los gustos. Por eso España es el país que más veces se ha lamentado, porque se dejan llevar por el corazón y no por la cabeza. Como el filósofo español, cuando tuvo que reconocer, apenas proclamada la Segunda República, que no era esto, no era esto lo que queríamos.

Engullidos por la organización, poco espontánea, muy estructurada y con dominios en internet registrados desde tiempo atrás, acaban unidos, lanzando mensajes que muestran los intereses a los que sirven; simplemente a aquellos causa de su desesperación que sin vergüenza tratan de capitalizarlos en provecho propio. El mensaje subyacente es que todos los políticos son iguales. No ni-ni indignados; todos no son iguales. Es más, nadie es igual a otro, pues cada uno tiene su forma de ser personal y, en su singularidad, irrepetible. Sólo al perverso, al torpe, al mentiroso, al ignorante, al prevaricador, al pródigo despilfarrador, etc. le interesa convencer al mundo de que todos los políticos son iguales.

La igualdad de resultados que sigue pregonando la izquierda sólo se la creen los más ingenuos o, quizá mejor, los más ignorantes. Que a mi nadie intente convencerme que, por elegir 2 mujeres políticas, Esperanza Aguirre es igual a Leire Pajín. ¡Me niego! Que nadie intente convencerme que Jose María Aznar es igual a Jose Luis Rodriguez Zapatero. ¡Hombre por Dios!  Y yo me pregunto: ¿para quién será la tajada de esta perversa igualdad? Quizá para que la izquierda que nos ha llevado a la ruina y otras rapaces que desvergonzadamente merodean con discursos ad hoc para lanzarse sobre la presa –los desesperados con razón–.

Pero no todo puede ser malo, y hay algunas cosas que estos ni-ni indignados proclamaban inicialmente, para que los ingenuos fuésemos con ellos, con las que todos estaremos de acuerdo. La intolerancia con la corrupción provenga del partido que provenga; la exigencia de una mayor ética en la actuación pública; el exigirles más compromiso y esfuerzo a los políticos; incluso propuestas más específicas como cambiar la ley electoral. Todo esto es muy positivo

Aunque lo dudo en este caso, siempre reconozco que es posible que pudiese estar equivocado y que los que el movimiento de la ni-ni indignación sea más puro que una simple estrategia publicitaria de la izquierda española, que es como lo defino yo; con toda la gente de bien que, sin saberlo, se ha visto involucrada al darles su apoyo sin saber las consignas retrogradas que publicaban en Internet. Si fuesen de todos los colores políticos, como hay gente que he visto caminando yo por la Puerta del Sol, los organizadores, entonces es imperdonable que los manifestantes no hayan protestado contra la legalización de Bildu. Y dado que la izquierda en España siempre ha apoyado a ETA, porque luego de tantos porros han creído posible y han tenido el sueño húmedo de poder formar un gobierno de izquierdas con ETA de compañera, creo que eso puede darnos una idea de quienes están detrás de este movimiento.

Me parece un grave error que los organizadores se resistan a desconvocar las concentraciones previstas para el sábado. Grave error porque será una infracción de la ley y también porque actuará en detrimento de la efectividad del presunto “movimiento”: el mensaje ya está lanzado y la cobertura mediática ha sido máxima. Persistir en la resistencia a la decisión de la Junta Electoral no hará sino incitar una deriva de los acontecimientos que puede empañar todo lo que este movimiento pueda tener de positivo. Y pueden perder el apoyo de la gente de buena fe que aun está con ellos (cada vez menos).

El 15-M, #acampadasol o #spanishrevolition  probablemente decidirá en las próximas horas y días su carácter definitivo: va camino del mito. Tiene aspiraciones de mito, pero aún está hallando los contenidos que le darán coherencia. Puede desembocar en mera pataleta, pero también puede cristalizarse en un deseo potente como el que Ortega y Gasset consideraba imprescindible para toda regeneración.

Es este posible carácter de deseo más allá de la pataleta el que creo que hay que fomentar y defender desde la legalidad. Las acampadas pueden convertirse en un mito: de los antisistema, del progresismo, de la derecha (no es del todo descabellado aunque ayer en Ferraz no estuviese ni el tato), o también puede convertirse en un mito de todos los españoles, uno de esos mitos nacionales que tanto nos cuesta hallar.

Dicho de otro modo, el movimiento puede terminar derivando, para desesperación de la izquierda,  en el fermento de ese espíritu cívico y exigente que echamos de menos los europeos cuando observamos países como Estados Unidos, donde un hombre como Rubalcaba jamás habría podido rehacer su carrera tras el GAL, donde ningún político se habría atrevido a incluir a imputados en sus listas. Infectar a la ciudadanía de este deseo y hacer ver a los partidos que se pueden sacar réditos electorales de hacerle caso y adoptar algunas de sus propuestas (única forma realista de lograr el cambio) no puede sino resultar positivo para todo el país.

Por tener, estos ni-ni indignados tienen ya ¡hasta un himno! Porque claro, entre tanta borrachera y porros, no podía faltar musiquita de la buena, aprovecho para ponerles “su himno”, una cursilería como “Amo a Laura” de los Happiness

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=geFDM7404Ek[/youtube]

Lo que tengo que reconocer de los ni-ni indignados es que desear, exigir que tu país sea algo mejor que lo que es ahora siempre es un acto patriótico, independientemente de que uno lo diga explícitamente o no. Pero a pesar de ese acto patriótico involuntario, el daño al orden jurídico y a la convivencia política y social al no cumplir la Ley ya está hecho.


3 respuestas a “La ni-ni indignación sigue en la Puerta del Sol: Los ni-ni eso de cumplir la ley nada de nada #acampadasol #spanishrevolution”

  1. Lo siento por ti. Cambiar de opinión no es algo malo, pero esto es algo que ni se plantea la gente que es muy de derechas.
    Voto al PP y estuve en Sol.

  2. La corrupción es la principal denuncia de los Indignados.

    Hay que acabar con ella con todos los mecanismos que la generan y la encubren

    La corrupción es posible por la Gestión de presupuestos está en manos de los políticos

    Las subvenciones solo sirve para que una parte importante del dinero aprobado se pierda en los bolsillos de los políticos y no se emplee para ayudar a los que lo necesitan

    No mas corrupción, no mas subvenciones.

    Cuentas abiertas de Donación para las causas de declaradas de interés público y solidario. Cada uno libremente que done para las causas que crea conveniente

    Cuentas controladas para que sirvan a los fines que se declaren

    No a la corrupción

    Denúnciala, recházala, allí donde pueda producirse

    No facilitemos los mecanismos de corrupción a los políticos

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