Aquí estoy, llegando a la oficina para.. no hacer nada. Cansado, con mucho alcohol en la sangre (la culpable es las cervezas de anoche en los 100 montaditos) y cansado. Muyyyy cansado.
Las noticias de hoy tienen como principal protagonista Portugal: cae el gobierno, poniendo a huevo el rescate de Portugal por parte de Frau Merkel y el FMI… mientras todo esta en huelga porque no puede ser que el gobierno quiera gastar sólo lo que le entra por impuestos.. asi que Lisboa tiene un día huelgas de metro, otro día los barcos.. en fin.
Mientras, en Europa siguen llegando noticias apocalípticas sobre Tokio y Japón. El que mi hermana este allí, hace que todo el mundo crea que sé todo sobre Tokio y japón: si tienen miedo, si brillan en la oscuridad, que si yo que se! Yo solo sé que ha decidido quedarse en Tokio, que la veo en fotos del Facebook sonriendo por Kyoto y que entiendo que está bien. Aunque eso no implica que yo no tenga un poco de temor por el tema radioactividad: aún no tenemos suficiente experiencia como para saber los efectos a largo plazo. Pero reconozco que puede llegar a ser una gilipollez, porque si no es por una cosa, nuestro cuerpo puede fallar por otra. Así que solo espero que este bien, tranquila y disfrutando de la vida con Javi.
Y el desastre nuclear de Fukushima hace que salgan todos los ecologetas, los ecologistas que yo llamaba “sandias”.. porque son muy verdes por fuera, pero rojos por dentro, a decir que la energía nuclear NO. Yo soy de los que, en el tema nuclear, exijo que todas las medidas posibles de seguridad se implementen. Porque es indispensable que los accidentes no ocurran o si, como Fukushima ocurren de la forma que no deberían ocurrir y no esta del todo preparada la central, al menos se puede reaccionar a tiempo.
Pero se olvidan los españoles, del terrible peligro que sufren en algunos lugares por el tema del gas liquido. Para quienes no lo sepan, en España se permite pasar a los barcos que transportan gas de forma líquida por los principales puertos, como el de Barcelona. El gas natural licuado enfriado a -170º C reduce el volumen del gas en 600 veces. Dicho de otra forma: un metro cúbico de gas natural licuado se transforma en 600 metros cúbicos de gas natural o metano, cuanto la temperatura sube. El metano en estado gaseoso es un explosivo de gran poder destructivo. Las explosiones que han visto en Fukushima eran de hidrógeno, cuya energía por unidad de volumen es cuatro veces menor. Si ahora imaginan ese poder multiplicado 600 veces tienen ustedes al mayor explosivo no nuclear jamás conocido. Un ejemplo de su tremendo poder destructivo lo tuvimos en la tragedia de los Alfaques, un camping al sur de Tarragona con una superficie de 10.000 metros cuadrados, que fue arrasado en cuestión de segundos al reventar una cisterna de 25 toneladas de propileno, un producto tres veces menos explosivo que el metano, 215 personas de un total de poco más de 300 murieron en el acto y las demás resultaron con graves quemaduras.
Como nos recordaba Roberto Centeno en su blog, imaginen un metanero no con 25 sino con 70.000 toneladas de un líquido el triple de peligroso, cuyo poder destructivo equivale al de 30 bombas nucleares como la de Hiroshima y que, en caso de accidente o atentado terrorista, sería el Apocalipsis, el de verdad. El radio de daños serios podría alcanzar tres kilómetros, pero entre uno y medio y dos la destrucción sería cercana al 100%. Si pasara eso en el puerto de Barcelona, que entran al puerto unos cuantos al año por la desidia de las autoridades, de las ramblas sólo quedarían cenizas.. en fin. Ojalá nunca ocurra una desgracia así.
Mientras, en España, tenemos al buenazo de ZP, nuestro querido presidente del “no a la guerra”.. jugando a hacer la guerra a Libia pero sin que sea guerra. ¡El mundo al revés! Al menos es divertido ver las piruetas lingüisticas de las personas y diarios que lo defienden de hacer una guerra que no puede ser guerra, pero que tampoco pueden decir que es ayuda humanitaria como Afganistan. En fin. Lo de siempre. Los sociatas intentando tapar el sol con 1 dedo.
Bueno, volveré a leer los distintos diarios digitales, mientras dejo pasar las horas en la oficina… sin hacer nada.