“La City“, como se conoce el centro financiero de Londres empieza a oler la sangre en el Reino de España. Quizá los bancos y analistas de riesgos estén un poco a menos luego de no querer ver que se nos venía la crisis que nos ha caido encima; crisis generada por los Bancos Centrales (aunque éstos no lo quieran reconocer); pero lo cierto es que el sistema financiero londinense y sus periódicos le están haciendo mucho daño a España.
Tengo que reconocer que es normal que todo el mundo esté asustado con España. Primero, porque sus estadísticas internas no son creíbles. Esto ha sido sustituido por estadísticas comunitarias y estudios que permiten aproximarse a la realidad española que elaboran otros organismos internacionales.
Segundo, porque ha quedado totalmente demostrado que nuestro querido presidente ZP es incapaz de realizar las medidas necesarias para abordar el problema español. El miedo de Zapatetico le ha llevado a hacer el ridículo de informar a Bruselas de medidas que pensaba realizar, para posteriormente comunicar que era “un error en el documento“. Ya sabemos que el vice-presidente cuarto Toxo (quizá no sea un vice-presidente oficial, pero en la realidad lo es) tiene un gran peso en las decisiones que toma nuestro presidente; y sabe Toxo que un “hombre de paz” como nuestro querido PetaZeta es incapaz de soportar una huelga general: demasiada violencia que tendría que soportar nuestro presidente.
El problema español, gracias al análisis tan exhaustivo que nos han hecho está ya bastante claro: España ha perdido competitividad respecto al resto de países comunitarios (y no comunitarios) y tiene un endeudamiento excesivo.
Pero hay que tener en cuenta que cuando se habla en el extranjero que “España tiene un endeudamiento excesivo“, se refieren al endeudamiento de familias, empresas no financieras, empresas financieras y el Estado. De nada sirve para salir de este problema, que las familias ahorremos como locos, que las empresas -financieras o no- intenten bajar su endeudamiento si el Estado empieza a emitir deuda salvajemente. Porque este endeudamiento excesivo puede hacer explotar a cualquiera de las partes y salpicar al resto. Y para quebrar no hace falta estar endeudado más de un 100% de nuestro PIB. Y España como país, para quienes no lo sepan, tiene un endeudamiento de más del 250% de nuestro PIB.
Muchos aún no entienden que significa que España haya perdido competitividad. No entienden que la inflación en la economía genera unos desajustes en el tiempo que hay que reducir si se quiere seguir creciendo. Porque durante años hemos sido como la cigarra de la fábula de Esopo: disfrutando de las fiestas y de la buena vida y subiendonos los salarios a un ritmo mayor que nuestra inflación, que era superior a la europea. La consecuencia, ha sido que ya no somos el país barato de antaño, donde se podía producir por 4 duros. Y aunque nuestros salarios aún sean bastante bajos respecto a Francia o Alemania, lamentablemente son demasiado altos para lo que producimos: al no producir cosas complejas tecnologicamente, nuestra competencia no es Alemania sino China y otros países en desarrollo. Y nuestros salarios, respecto al de ellos, si que es elevado. Pero no solo salarios. Vivienda, alquiler de maquinaria, impuestos. Todo es una burrada.
Y el Estado se ha acostumbrado a tener cada año más dinero, y a poder financiar todo tipo de inversiones. Daba igual si eran productivas o no. Si era algo necesario para cumplir con sus funciones o estaba haciendo cosas que no le correspondía. Total, había pasta ganza. Pero eso ya no ocurrirá más.
Ahora el Estado, tendrá que empezar a ahorrar el despilfarro. Tendrá que medir muy bien en que gasta el dinero: ese dinero que dice que no es de nadie. Porque ese dinero es de Europa, hace años que dejó de ser nuestro.
Qué significa la rebaja del coste salarial
Muchas personas se asustan cuando escuchan que se quieren rebajar los costes salariales, porque les suena a que van a bajar los salarios y van a recibir menos dinero al mes. Aunque a primera impresión esto puede parecer así, la realidad es muy distinta. Habría que ver cómo se generan los costes salariales, y diferenciarlo del salario que le pagan al trabajador, que es sólo una parte de los costes salariales. Voy a hacer una pequeña explicación al respecto.
Lo que un trabajador recibe en el banco, se conoce como “salario neto“, que es lo que realmente recibe el trabajador. El “salario bruto” de un trabajador, es el salario neto + los descuentos que ha sufrido en la nomina por pagos a la seguridad social, desempleo, formación, etc. Como el salario neto es demasiado variable, porque depende del tipo de contrato, etc., el resto de los costes se trabajan en función al salario bruto. Y muchos contratos se negocian normalmente respecto al bruto.
En algunos casos, el empleador puede asumir un sobre-coste, que: la aportación que realiza a los planes de pensiones para mejorar la jubilación de sus empleados. Son pocas las empresas privadas que realizan esto, pero en el caso de los trabajadores públicos es un sobre-coste importante.
Pero lo que paga el empleador (sea el Estado o un empresario) por un empleado no es el salario bruto. Porque el empresario tiene que pagar entre un 30%-35% del salario bruto del trabajador a la Seguridad Social.
Pero el empleador tiene que considerar las reservas que tienen que realizar los empresarios para el pago de indemnizaciones por despido, etc. que puede llegar a realizar la empresa si las cosas van mal. Es decir: son reservas por aspectos legales del acto de contratación.
Como parte que disminuyen los costes salariales, tenemos los descuentos que pueda hacer la Seguridad Social al empleador por contratar a empleados pertenecientes a ciertos “grupos de riesgo”.
En base a lo expresado aquí podemos resumir lo siguiente:
Coste Salarial = Salario Bruto + Aportación Planes de Pensiones + Pagos a la Seguridad Social por el empleador + Reservas por aspectos legales de la contratación – Descuentos de la Seguridad Social por contratar empleados de “grupos de riesgo”
- El salario bruto, es lo que gana el trabajador y cualquier modificación sobre este monto, repercute directamente en la capacidad adquisitiva del trabajador
- Aportación a los planes de pensiones, afecta directamente al empleador, pero de forma indirecta también afecta al empleado.
- Los pagos a la Seguridad Social afecta al empleador, pero no afecta al salario que recibe el empleado (ni bruto ni neto).
- Las reservas por aspectos legales de la contratación afectan al empleador, pero no afecta al salario que recibe el empleado (ni bruto ni neto).
- Los descuentos que pueda hacer la Seguridad Social por la contratación de empleados de “grupos de riesgo” afectan a los costes laborales del empleador, pero no al empleado.
Con esta explicación, lo que quiero demostrar es que hay ciertos apartados que se pueden modificar que no impliquen necesariamente una disminución en la renta del trabajador. O se puede hacer una mezcla, creo que será lo que finalmente se hará en España, de tal forma que afectando proporcionalmente poco a un empleado se puedan reducir los costes salariales de forma significativa.
Es por eso que desde la CEOE se habla de reducir las indemnizaciones y crear tipos especiales de contratación: para poder reducir los costes salariales que resultan de los aspectos legales de la contratación; costes que afectan al empleador, pero no a los empleados.
Es también importante señalar que muchos economistas pedían una rebaja en las cotizaciones sociales de los empleadores a la Seguridad Social, de forma que se lograra una significativa reducción de costes salariales (en 3%-4%), compensando a la Seguridad Social con darle un porcentaje del 1%-1,5% de la recaudación del IVA. De esta forma también se podrían bajar los costes salariales sin afectar la capacidad adquisitiva del trabajador.
La duda actual es: ¿El gobierno de España reducirá su despilfarro de forma tal que se reduzcan los costes salariales sin que dicha reducción afecte significativamente al trabajador? Esta es la pregunta del millón.
Conclusión
El problema de tener a La City encima, es que son unos tiburones. Y los tiburones, una vez que pillan carne no la sueltan. Claro que puede salir nuestro querido presidente y decir que son unos especuladores. Y aunque no le falte razón en este caso, eso no lo es lo importante. Lo importante es que los tiburones huelen sangre, porque salvo que se hagan las medidas que necesita España, realmente vamos a quebrar y vamos a ser formalmente una república bananera -aunque seamos monarquía constitucional.
Irlanda ha logrado escapar a las fauces de estos tiburones. Pero hay que tener en cuenta los grandes sacrificios que han tenido que realizar para poder demostrar que pueden enderezar su economía. Sacrificios que ya han pedido a España, por lo que se puede ver. Pero España, a través de nuestro Presidente, sólo ha realizado unas fintas para intentar venderle la moto a Europa, pero Europa no nos ha creído. Y es que, ZP esta poniendo en riesgo sus salarios europeos y, ya saben, ¡con las cosas de comer no se juega!
Desgraciadamente para España, creo que nadie de la izquierda va a realizar dichos cambios. Su sectarismo ideológico y la necesidad de tener que enfrentarse a los sindicatos no se los va a permitir (me queda la duda de Rosa Diez). A Zapatero, debería declararle la Seguridad Social la incapacidad permanente ¡ya! Porque va ser incapaz de proponer un sólo cambio en el buen sentido. Y lo mismo ocurre con los socialistas de la derecha: porque no me dirán que Cospedal o Gallardón no son sociatas, aunque se presenten por el PP. De Rajoy, no tengo ninguna esperanza: mientras piensa si sube o baja, la situación va a poder con él.
Sólo veo, de momento, a 2 personas que puedan realizar dichos cambios en la derecha española: Esperanza Aguirre y Rato. Y en la izquierda, sólo Rosa Diez me permite pensar que podría hacer los cambios, pero primero requerirá que entienda la necesidad de liberalizar España y no sé si hay tiempo para eso. Es por esto que la única solución que veo es que Europa deje de presionarnos (las últimas propuestas de ZP no se pueden entender sin la presión de Europa) y se dedique directamente a gobernarnos. Porque con España se están jugando el futuro de la zona euro, y no creo que quieran romper sus economías dejando al mano-rota de nuestro presidente llevar a Europa a una crisis sin precedentes.
2 respuestas a “La City (y todo el mundo) huele a sangre en España: Necesitamos bajar el coste salarial, más no los salarios”
En lineas generales estaba de acuerdo con lo expuesto; Hasta que llegamos a la parte de Rato, Esperanza y ¡Rosa Diez!
Pensaba que la venta de absenta era ilegal en la península.
La presidenta de la comunidad mas endeudada de España, un pésimo empresario que salio corriendo del IMF ante la que se avecinaba (cobarde), y una transfuga. ¿Que tal Díaz Ferrán al frente del Banco de España?
Pues, sinceramente, una interesante la opinión.
Mi opinión personal es que no tengo ninguna confianza en ningún miembro de la clase política de este país.
Lo jodido es que no tengo un “buen paraguas” para protegerme de la que va a caer… me parece que de pronto, España se va a convertir en exportadora de mano de obra, cualificada o no, exportadora de personas que irán a otros países en busca de un mejor nivel de bienestar.
Lo veo venir, la reposición de: “Vente a Alemania, Pepe”.