Todos los sistemas públicos de pensiones que no implican una capitalización personalizada de los trabajadores están destinados a quebrar en el tiempo. Las pensiones públicas se han configurado durante el último siglo, en casi todas partes y en cualquier régimen como un robo masivo organizado: los jubilados se quedaban con parte de la renta de los trabajadores en activo y a cambio éstos adquirían el derecho a robar a su vez a los futuros trabajadores en activo. Estafa piramidal por la que a Madoff le han caído apenas 150 años entre los aplausos generalizados de las mismas personas que se niegan a retocar lo más mínimo el sistema de pensiones público. Lástima que toda pirámide, en cuanto se invierte, tiende a perder el equilibrio y a derrumbarse. Nuestros políticos nos prometieron vencer a la ley de la gravedad, pero al final las mentiras caen por su propio peso. ¿Qué derecho tiene el estado a robarnos el dinero diciendo que es para “nuestro bien”?
Los gobiernos nos pueden engañar, como siempre hacen, vendiendonos la moto de estar cubiertos por la seguridad de un Estado que nunca quiebra, pero lo cierto es que al final, la mentira saldrá a la luz. En su desesperación, los gobiernos no dudarán en achacar estos problemas al “capitalismo salvaje” que impera en la sociedad. Pero no hay que dejarse engañar: el problema es algo que han ocasionado nuestros políticos burócratas.
El economista Milton Friedman, ganador de un Premio Nóbel, dijo de la seguridad social: “los jóvenes siempre han contribuido al mantenimiento de los mayores. Antes, el joven ayudaba a sus propios padres por un sentido de amor y deber. Ahora contribuyen a mantener a los padres de otro por obligación y miedo“. A esto es a los que nos ha condenado los sistemas públicos de pensiones que casi se han generalizado en el mundo.
Lo primero que habría que decir sobre el tema de las pensiones, es que siempre ha sido uno de los beneficios (supuestos) del “Estado del bienestar“, esa idea imposible que impulsa a Europa hacia un predominio del Estado sobre sus ciudadanos, garantizándoles seguridad. Una mentira que se basa en que para el Estado todos seamos iguales. Lamentablemente, la única forma de uniformizar que puede conseguir un Estado es a la baja, por lo que siempre que se dependa del Estado, seremos más pobres, viviremos en peores condiciones: miseria asegurada. John Maynard Keynes, en un ataque de sinceridad, soltó una frase que sólo ahora ha revelado su verdadero sentido: la eutanasia del rentista. Nos regala el “pequeño secreto lamentable” de las sociedades de redistribución: robar a los pensionistas -que ya no pueden hacer huelgas- y con los ingresos arrojar polvo a los ojos del resto de la gente.
Lamentablemente, ahora mismo vivo en Europa (y espero que por mucho tiempo). Reconozco que es una ventaja saber que, en el peor de los casos, el gobierno me garantiza “algo” como pensión cuando llegue a la edad de jubilación. Pero a estas alturas, es dificil saber que si será a los 60, a los 65, a los 67 o a los 70 años. Será a la edad que el Estado quiera, para aparentar por unos años más que el Sistema de Pensiones es sólido. Y el monto de la pensión, de momento es tontería calcular, porque tendrán que seguir haciendo que caiga, y más luego de la crisis que tenemos aquí montada.
Mentiras que intentan vendernos
Aquí os dejo algunas de las principales medidas con las que intentan vendernos las bondades del sistema y sus cambios (que llamarán mejoras), cuando se intente evitar que quede claro la quiebra de los sistemas públicos de pensiones
El sistema es un sistema sólido y los que dicen que es un sistema quebrado son unos alarmistas
Una propuesta para alargar la edad de jubilación, 67 años en España y 70 en algunos lugares del mundo, y pensiones mucho más bajas, o cambios en el cálculo de las pensiones para que sean menores, son el rendimiento de un sistema quebrado. Ésa es la conciencia social de nuestra izquierda, la misma que inspiró el sistema económico más ruinoso de todos los tiempos: más vale esclavos y pobres, que libres y prósperos. Nos intentarán decir que el sistema está bien, pero yo me pregunto: ¿si esta tan bien el sistema público de pensiones como nos dicen, por qué tienen que disminuir las pensiones?
Edad de Jubilación: Como vivimos más, nos tenemos que jubilar luego
La medida parece tener todo el sentido del mundo. La mayoría de los países europeos han aprobado planes similares para luchar contra el efecto del envejecimiento de la población, que provoca que la pirámide demográfica se convierta en un pilar. Hay que tener en cuenta, que aunque efectivamente vivimos más años, la medicina no evita que nuestro organismo y fuerzas se debiliten: simplemente nos permite que nuestro cuerpo no sufra un colapso, pero con el paso de los años estamos cada vez más debilitados. El síntoma que nos permite ver esto es que cada vez hay más gente mayor que necesita cuidados específicos, elevando el gasto sanitario y reduciendo el número de cotizantes a la Seguridad Social; al mismo tiempo que el índice de natalidad se desploma.
Esta combinación es sin duda letal para las pensiones, pero en vez de atajar el problema desde la raíz, lo que se hace es intentar que menos más tarde al momento de poder disfrutar de nuestra jubilación, y con una presión bajista sobre nuestras rentas de jubilación, con lo que nos será imposible enfrentarnos a los cuidados especiales derivados de la vejez.
Hay una frase de un artículo en Expansión del blog de Vicente Lozano que explica esto de forma clara: «Retrasar la edad de jubilación es necesario. Y se llegará hasta poner el tope legal del retiro a los setenta. No hay más remedio y cualquier oposición a esta medida, de los sindicatos, de los partidos políticos o de otras fuerzas sociales, es demagógica. El Gobierno por fin ha tomado una medida realista, aunque sea impopular.» No señor Lozano, retrasar la edad de jubilación sólo es necesario si se quiere mantener el sistema Ponzi de la jubilación.
Se debería evitar la jubilación anticipada
Para que el esquema Ponzi de las pensiones funcione perfectamente, se necesita que la gente deba forzosamente aportar el máximo de tiempo posible a la caja común de las pensiones. Y la jubilación anticipada, es algo totalmente indeseado y que se intenta perseguir al máximo para evitar que la gente no sea robada totalmente.
Pero esto no reconoce el hecho de que hay gente que después de los 60 años esta muy deteriorada, mientras que otros a los 70 están muy bien. Como siempre, el Estado elaborará en base a unos cálculos nada claros un “promedio”, que terminará perjudicando a la mayoría.
Las pensiones son seguras porque están indexadas a la inflación
Durante los últimos sesenta años los expertos han inventado la “indexación“, como la cura para la erosión de las pensiones. Indexación significa que los pensionistas pueden ser compensados por la erosión de sus las pensiones debido a la inflación, haciendo ajustes anuales al alza ligada a algún índice números de “medir” la inflación. Pero esta solución es otra forma de ampliar aún más la dependencia del esquema Ponzi de las pensiones públicas. La idea básica de la indexación de las pensiones es que la sociedad actual (una “sociedad de la redistribución“) se siempre tienen los medios para validar todos los derechos de pensión, ya que el gobierno puede pedir prestado y fiscal sin límite. Pero ya sabemos que los Estados quiebran, y para evitar quebrar, pueden romper sus compromisos con sus ciudadanos sin ninguna penalización. Y no dude que romperá su compromiso con los jubilados, en cuanto la caja de la Seguridad Social y/o sus presupuestos generales no puedan permitirselo.
El Estado se encarga de gestionar mejor los fondos de pensiones y permite un reparto más equitativo
Esta es una de las grandes mentiras que deben ser claramente señaladas. Primero: el Estado es siempre el peor gestor de su dinero. Si el Estado ve que tiene algún tipo de ahorro, intentará gestionarlo por su bienestar, pero no olvide nunca que su objetivo final será siempre “quitarselo de las manos”.
Y sobre el famoso “reparto equitativo”, dice la leyenda urbana que nadie mejor que el Estado para hacer un reparto más equitativo. ¿Pero a quién quieren engañar? Ellos repartirán según su propio interés y, en el peor de los casos, para aquellos que no formemos parte del gobierno (porque los que han formado parte de algún gobierno seguro que tendrán una pensión garantizada mejor que la que nos toque, y financiada con nuestros impuestos) nos pondrán unos “topes” y, como siempre hacen los Estados, nos van a “homologar” hacia abajo. Reparten siempre miseria.
Cambios en España
Lo primero que debería tenerse en cuenta en España, es que el tema de las pensiones viene siendo una preocupación, por los números que arroja, desde los años 90’s, cuando se veía que el sistema era inviable. Es por eso que nace la mesa del Pacto de Toledo.
El inepto gobierno de nuestro querido ZP, está intentando cambiar el cálculo de las jubilaciones en España, porque el sistema de pensiones público se va a la quiebra. Lo sabían todos en España menos el Ministro del Paro. Pero parece que al fin se han dado cuenta. Pero el cambio que están proponiendo, que si bien sirve de ejemplo, es sólo la punta del Iceberg. Si el Ejecutivo hubiera escuchado las palabras del gobernador del Banco de España hace casi un año se habría puesto manos a la obra para reformar el sistema junto con el principal partido de la oposición. Pero un cambio de verdad, que implicara algo más que el parche que están pensando realizar para medio-mantener el esquema ponzi actual de nuestro modelo de pensiones. Eso sí, no esperen que nuestros políticos tengan penas de 150 años por este delito.
Una reforma del sistema público de pensiones debe preparase con carácter minucioso, analizar los pros y contras, realizar estudios económicos y, en el caso español, llevar todos los documentos a la Comisión del Pacto de Toledo (creada ex professo para modificar el sistema de pensiones). Así, la opinión pública conocería los riesgos y oportunidades, sabría los plazos de las modificaciones y no temería por su futuro. En lugar de eso, el Gobierno prepara la reforma por la puerta de atrás, con nocturnidad y alevosía, para aprobarla en Consejo de Ministros. ¿Diálogo? No, gracias.
Hay un flash en un artículo en Expansión.com (http://www.expansion.com/2010/01/29/economia-politica/1264758193.html)
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=uE5yv1zwUnM]
No voy a profundizar mucho más, en este caso, debido a que aún son las primeras ideas de cambio en España. Y la verdad he querido centrar este artículo más en las generalidades de las pensiones, más que un análisis en profundida de las medidas españolas
Soluciones
Pero no crean que no existe soluciones. La solución es bien sencilla: capitalización privada de las aportaciones de cada uno. Las contribuciones de pensiones deben ser capitalizado con el fin de convertirlo en una fuente significativa de las pensiones futuras. Sólo las pensiones de capitalización son seguras (y lo que uso es una pensión si no es seguro?) siempre que dichas pensiones estén garantizadas en una moneda estable.
Respecto a la edad de jubilación, yo soy un firme creyente de que las personas deberían poder jubilarse desde los 60 años, con los fondos que han ido guardando a lo largo de su vida. Si quieren algo mínimo, es cierto que deberían esperar, pero una persona que ha ahorrado y libremente quiera disfrutar de una jubilación antes de los 65 debería poder hacerlo .Pero nuestros políticos no son partidarios de tanta libertad.