En verdad, hoy es un día muy raro para mi. Hace 5 meses estuve en Lima visitando a mis padres y alli, en las circunstancias más extrañas posibles, encontré el amor. Y digo que es un día muy raro, porque hoy el es primer día en el que oficialmente vuelvo a estar soltero.
Respecto a mi viaje a Lima, sólo puedo decir que fueron las mejores 3 semanas de mi vida en Lima, saliendo con la persona que amas el tiempo pasa volando; sin embargo, lo más bonito de todo es que vas construyendo recuerdos, recuerdos que son inborrables, recuerdos que duran toda una vida. Caminar con la persona que amo por el Jirón de la Unión de noche, fue de verdad una experiencia gratificante. Yo esta en parte aterrado, porque hace años que llevo viviendo en Madrid, y porque uno no puede dejar de pensar que ya no esta acostumbrado a descubrir los peligros de aquellas calles; sin embargo, a la persona que me acompañaba la veía en un estado de relajación total impresionante, sin ninguna preocupación en la cara, sólo disfrutando el momento. La verdad es que este hecho me asustaba aún más porque por instantes sentía que tenía que proteger a ambos, pero he de reconocer que me dío en esos momentos una alegría que es del todo indescriptible.
Ahora mirando el tiempo hacia atrás, aún con el corazon destrozado, no puedo evitar hacerme la misma pregunta: ¿tenía sentido mantener una relación a distancia? Ya saben lo que dicen: Amor de lejos, felicidad de cuatro. Sin embargo, he de comentar que durante los más de cuatro meses que ha durado esta relación a distancia, yo me he mantenido fiel (la otra parte dice que también, y aunque yo le creo, sólo Dios sabe la verdad). Será que la formación del Opus en mi juventud me permite sobrellevar bien la castidad, aunque he de reconocer que he tenido que rechazar algunas proposiciones indecentes y utilizar aquella recomendación católica, que dice que la mejor forma de evitar caer en pecado es evitar las situaciones que puedan derivar en una tentación. Lo cierto es que una relación a distancia es una mierda. Es soportable sólo cuando tienes la esperanza de que ese tiempo de separación termine. En nuestro caso, para que dicha separación terminara sólo habían dos opciones: O yo cedía y me iba en su búsqueda, o la persona a la que quiero tendría que venir a España. Cuando dos personas viven en dos ciudades distintas y tienen una vida alli, es cierto que plantearse un cambio es casi una locura, aunque yo no perdía la esperanza… de convencerle. Aunque en Europa tendríamos ambos una mejor opción de futuro, teníamos un problema: sus estudios. Creía, y lo sigo creyendo, que era mejor que terminara en Lima dado que si venía conmigo significaría su independencia, incluída la económica. Contaba con mi apoyo para que terminara de estudiar sea en Lima o en Madrid, pero al final concluimos que lo mejor sería que terminara en Lima y que su especialidad la hiciese en España (lo último, no se si realmente era su deseo, o simplemente era una decisión de esas que tomas en la vida, por no decidir).
Esto nos obligaba a estar 2 años y medios separarados, y aqui nació el principal problema: Quién visitaba a quién. Porque sin vernos, estaba claro que nuestra relación se iba a ir a tomar por culo. Yo sólo podía ir a Lima durante mis vacaciones, lo que reducía en el mejor de los casos a 4 semanas al año para vernos en Lima, 5 en el mejor de los casos. Yo viajo de vez en cuando al Perú para ver a mis padres que aún viven allí. Podríamos aprovechar sus vacaciones para vernos en España, pero veía en la visa un obstáculo insalvable. Lo cierto es que desconozco si habrían otros motivos para rechazar viajar a Madrid. Entiendo que sería dificil de explicar el motivo de su viaje, la financiación del mismo (cosa que yo podría asumir) y otros detalles. Pero me había demostrado que cuando se trazaba un objetivo, sabía siempre sacarlo adelante. Claro que para eso, tenía que tener certeza absoluta de poder lograrlo, lo cual, respecto al viaje, siempre me quedo claro que nunca lo vió así.
Al final no he terminado yo, me han mandado a tomar por culo, que es distinto; aunque he de reconocer que puse todo en bandeja para que lo hiciera. Sin ser ofensivos, entiendo que algunos de mis comentarios desencadenaron una reacción que provocaron la separación. Con la diferencia de visión del mundo que teníamos, debido a la distancia (¿y a la edad?), lo cierto es que no se si es bueno o malo haber terminado algo que, de haber sido otra la situación, habría terminado en una muy feliz convivencia (matrimonio incluido, claro) y en un amor que duraría hasta el fin de los días…
No sé si en un futuro volveremos a encontrarnos cara a cara; tampoco sé si mantendremos la comunicación, sólo sé que el futuro es totalmente incierto y aunque me encantaría volver a quedar, cuando vaya a Lima la próxima vez, no tengo ni idea ahora mismo si sería lo mejor.. y si ocurrirá.