La soledad del amor


Hace días que me siento de forma extraña, siento que mi vida a cambiado.

En mi último viaje a Lima, a donde fui para ver a mis padres, encontre algo que buscaba pero que no quería encontrar a tanta distancia: el amor. El amor es una sensación bastante extraña; más si estas acostumbrado a disfrutar de la soledad de la vida y si decides vivir el presente olvidandote del futuro. Es ese sentimiento que hace que la relación entre dos personas se intensifique, que se vuelva un elemento de crecimiento personal y, lo más dificil, aceptar que tu vida y tus decisiones ya no dependen sólo de ti sino que empiezas a volverte dependiente de la otra persona, aquella a la que amas con locura, ya que sólo buscas poder compartir más y más tiempo con la persona que te ha robado el corazón.

Todo empezo cuando me dijo ¡salud! en una conocida discoteca de Miraflores a la que fui por aburrimiento. La verdad es que con el paso del tiempo me he ido dando cuenta que es una persona muy hogareña y soñadora. Me da miedo poder decepcionar a la persona que amo, pero aún asi he decidido correr el riesgo de seguir a la distancia. La verdad que las tecnologías son una mierda porque han reducido las distancias de tal forma que ahora eres consciente de que las distancias ya no son tales. Incluso para un viaje tan largo como de Europa a Peru, que sólo son 12 horas, sabes que puedes acomodar tu agenda para poder realizarlo y disfrutar de un fin de semana con la persona que quieres. El problema en el fondo no es el coste de dicho viaje, el problema es analizar la mejor forma de poder pasarle ese gasto a otros para poder disfrutar adecuadamente.

El por qué me exilie en Madrid es para muchos conocidos (a la persona que amo aún no se lo he comentado, pero hay cosas que en sólo tres semanas no le puedes comentar). La realidad de Perú ha hecho que durante mucho tiempo me haya sentido realmente orgulloso de mi autoexilio. Muchos de mis amigos de la Universidad se rien de que me haya autoexiliado, pero con el paso de los años muchos de ellos me han dado la razón aunque no han dejado de reconocer que tenía una gran posibilidad de hacer mucho dinero en Perú gracias a los amigos personales y contactos familiares. Como me decía Jufer, el niño de oro de la biología peruana y orgullo de la Cayetano Heredia,  antes de viajar a España la distribución de la riqueza es muy distinta en Europa que en Sudamérica. Aqui en España, que a nivel de salarios y servicios la verdad es que no se parece para nada a Europa y se paga aún sobreprecios productos del subdesarrollo, hay una gran clase media (esa que en Perú no existe y que se podría considerar como un error en las mediciones estadísticas) y el porcentaje de personas con dinero, según Jufer, se acerca al diez porciento. En Lima ese porcentaje es bastante más bajo, sólo un uno porciento; sin embargo, al estar en Perú en el status que me encontraba mi iba a ser más fácil hacer dinero en Perú que en España.

La verdad que para mi ha sido una gran experiencia vivir en España, aunque aún me quedan muchos sueños por realizar y deseo perfeccionar mi francés y catalán y sacarme la titulación de Ingenería Informática (Computer Science.. vamos). He ido aprendiendo poco a poco otra forma de ver el mundo; sin embargo, el haber venido de sudamérica y estar acostumbrado a estándares más americanos hacen que pueda ser un observador de lujo en Europa. Dicen que las leyes obedecen a las realidades de un lugar; sin embargo, hasta que no llegue a Europa no había podido entender totalmente el significado de esta idea. Europa no se parece a EEUU y la verdad espero que nunca se le parezca. No porque piense que América es mejor o que Europa sea mejor; la cosa es que son dos realidades tan distintas que querer llevar a Europa a la mentalidad americana o a EEUU a la mentalidad europea (cosa que lamentablemente intentan en gran medida los demócratas en EEUU) significa romper las estructuras básicas sobre las cuales funcionan estas sociedades y las llevan a una gran fractura y a unos sobrecostes impresionantes en términos de convivencia.

En España he sufrido una gran transformación. Descubri que algunas de las cosas que en Perú no eran socialmente bien vistas aqui se podían realizar sin ningún problema e incluso con facilidades. Poco a poco he ido sufriendo una gran transformación, una transformación que en muchos aspectos aún no soy del todo consciente. La verdad es que yo siempre he sido bastante directo al decir las cosas, y claro en Lima no se puede ser tan claro, tienes que ser un poco más diplomático. Eso es una de las cosas que me encantan de España: aqui se le dice al pan: pan y al vino: vino. Es increible ver como los niños de 5 años ya tienen claro que el culo es culo (y no poto) y las tetas tetas y que hay algunas mas grandes y otras mas pequeñas.

Respecto a mi penúltimo viaje a Lima, sólo estuve 17 días y la verdad que fueron 17 días de borrachera aunque ya a partir del doceavo día lo que quería era volver a mi casa (léase mi habitación). Para mi la gran lección que aprendí fue que estaba en “la casa de mis padres”. Asi es como se dice en España cuando vuelves de visita a la que ha sido tu casa toda la vida, donde siguen tus raices; la casa donde ya no vives tú. Aunque sea una frase muy común nunca había entendido del todo el significado de aquella frase, aunque después de este viaje me quedo muy clara. Creo que mentalmente, el asumir una frase de este estilo es bastante chocante porque significa que ya has asumido que no es tu casa y que ya no volverás (salvo como visita claro). Luego de ese viaje pensaba que estaría para siempre en España ya que no veí sentido volver; estaba muy cómodo en Europa, puede decirse que, como una persona con un trabajo a nivel medio, estoy más que bien; incluso podría decirse que he triunfado, aunque para mi aún no he triunfado y me queda aún un gran camino por recorrer.

En mi última visita a Lima el concepto de la casa de mis padres no varió; sin embargo como les he comentado antes encontré el amor. Fue curioso, porque sentí la casa de mis padres era aún más estrecha. La verdad es que no tener la disponibilidad de llevar a la persona que quería a mi cama y lo difícil que me resultaba explicar escaparme de Lima unos días para poder viajar en pareja (la verdad es que me faltaron huevos para hacerlo al final para no tener que dar explicaciones) han hecho que me replantee muchas cosas.

Es curioso como cambia el mundo con el amor. Antes aunque estaba sólo en Madrid con toda mi familia lejos de aqui y aunque tenga unos pocos amigos (y muchos conocidos) la soledad era bastante llevadera. No tenía que pensar en nadie ni me preocupaba de los días ni de como pasaban los días. Los días simplemente pasaban, sin más; me dedicaba a intentar hacer algo de deporte y llevaba una vida un poco (bastante) bohemia e iba a trabajar aquellos días en los que sonaba la alarma de mi móvil, salía de fiesta cualquier día (qué diferencia el domingo al miércoles cuando puedes trabajar cualquier día de la semana).

Dicen que el amor implica una revolución hormonal en tu cuerpo, que sueles estar en un estado de semiestupidez completo, que te pasas el día pensando en la persona que amas. Yo agregaría que a la distancia además te lleva de la tristeza mas horrible a la felicidad más grande cuando se conecta en el messenger. Dicen que fue Júpiter quien dividió a los hombres en dos, condenandonos a pasar la vida buscando a tu otra mitad para poder vivir plenamente. La verdad es que por primera vez en la vida no se que hacer. Podría volver a Perú de mi largo autoexilio y, aunque las condiciones que implicaron mi huida han cambiado aunque no tan significamente como a mí me gustaría, la verdad es que no me apetece mucho. Otra opción es que se venga a España y vivamos juntos aquí y nos casemos, pero esa decisión lamentablemente no depende de mi y de momento, por razones académicas, me tengo que joder y esperar que termine lo que esta estudiando. Con lo cual ahora mismo estoy enamorado, hay una persona que dice que se quiere casar conmigo y, a la vez, me encuentro absolutamente solo.

Por primera vez en la vida entiendo aquello de.. la soledad del amor


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